Hoy te escuche leyéndolo, y al decir verdad sonó gracioso y tierno, gracioso porque no hablamos y un poco tierno porque leíste primero un texto que se podría considerar mío, justo en diagonal a donde estaba sentada.
Un día te pregunté que era lo que más te gusta hacer, me respondiste, que leer, escribir, mirar, pensar, y escribir entre otras, te dije las cosas que a mí me gustaba hacer y las cosas que intentaba hacer, porque de eso se trata, intentar hacer las cosas para poder así disfrutar de ellas.
Unos días después leí acerca de esto, que hoy pude escuchar, y hace unos meses logré preguntartelo.
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